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RIAL: La verdad yo no puedo creer como hay personas que agarran una historia berreta y la adornan de ochenta mil maneras distintas para que la gente se enganche y se ponga a decir: "uh, ¡mirá!" y en realidad no pasó nada.
LACAYO: Es que la tele es un puterío. Por plata le entregan el culo a cualquiera.
RIAL: Pero va más allá de un puterío. Son... no son humanos. No se los puede considerar seres humanos. Son como soretes con vida.
LACAYO: No tienen vergüenza.
RIAL: Y después están esos que se pelean en cámara. ¡Y con mujeres! Pero dejame de joder. ¿Qué es eso de poco hombre de andar amenazando a una mujer? ¡Aún que sea la competencia! Un poco de caballerosidad, che... Además, si te querés pelear con alguien vas a la casa y lo cagás a piñas. Al menos así se hacían las cosas en mi barrio cuando yo era chico. Y yo no vivía en San Isidro, ¿eh? Yo vivía ahí en... ¡Vietnam! Que los chinos andaban con cuchillos por la calle. Y ahí no podías boquearla y después esconderte detrás de una camarita porque ahí te cortaban la cabeza con un destornillador oxidado.
LACAYO: Pero no todos tienen la calle que vos tenés.
RIAL: Y sí... ¿Les conté de cuando estuve en Chernóbil?
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