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Hace 14 años.
martes, agosto 25, 2009
lunes, agosto 24, 2009
domingo, agosto 23, 2009
sábado, agosto 22, 2009
miércoles, agosto 19, 2009
lunes, marzo 16, 2009
Cumbio salió en el New York Times y vos que no entendías por qué afuera nos tienen de boludos
...
Si pensabas que en EEUU apenas nos ubicaban por Ginóbili. Si pensabas que la Argentina, como tantos otros países, no figuraba en la mente de ningún norteamericano. Si pensabas que el trabajo duro o el estudio únicamente te llevan al éxito. En definitiva, si pensabas. No pienses más... Porque lo hacés para el orto.
Estrella es la palabra con la que EL diario yanqui define a esa mocosa que a tantos inútiles llena de lágrimas, amor, devoción e idolatría... Y a otros tantos de odio, rencor e impotencia.
Decadente es la palabra que define a un país en el que una piba que no sabe hacer nada más que teñirse un mechón y sacarse fotos sea considerada "famosa".
¡Ey, vos! Que sos un adolescente argentino de entre 13 y 19 años. Si tu mayor sueño es ser famoso, si siempre quisiste ser una estrella y que todos te amen o te odien (pero que cada ser humano conozca tu nombre) ¡hoy te damos la fórmula del éxito!
No importa lo que hagas, simplemente hacete parte de una tribu, vestite como otros, peinate como ellos y hagan todos lo mismo. Eventualmente alguno va a ser diferente porque esa es la naturaleza humana, aunque vos tengas una tendencia subconsciente hacia el comunismo.
Si tenés un mínimo de iniciativa y algo de personalidad (no demasiada porque si no serías independiente y no un boludo más), puede que esa persona diferente seas vos. Si lo sos, primero vas a sobresalir un poco, pero eventualmente van a convertirte en un ícono de su estilo. ¡Y quizás hasta te adoren!
Una vez que esto suceda, no va a pasar mucho tiempo hasta que algún buitre te descubra y encuentre en vos un negocio copadísimo. Y cuando el buitre te lleve a algún programa, tu fama va a crecer y cada ave de rapiña del medio va a estar desesperada por hablar de vos, porque tenés cara de billete.
Y así comienza tu prestigioso recorrido por cada uno de los mejores canales y programas de nuestra retrógrada programación. Si algún programa no te invita, ¡no te preocupes! Seguro es uno de esos que hacen cosas inteligentes y vos no querés estar ahí. Porque lo que vende en masa y te da fama es la pelotudez total. Cuanto más idiota el programa, más porotos sumás en la escalera a la gloria.
En este punto te sentís el rey del mundo. ¿Pero vos que sabés de la vida? Si apenas tenés 17 o 18 añitos, ¡no entendés nada! Pero vas a pensar que sí y vas a hablar de todos esos temas "picantes" que asustan a la abuela, solo para generar bardo entre la gente conservadora y que todos hablen de tus polémicos comentarios que, en realidad, los medios se pasan por el culo, pero es lo que vende.
Tu fama aumenta y se hincha como un castillo inflable y nuevos productos con tu cara salen al mercado. Al principio apuntando a esa tribu que te vio nacer, pero luego, extendiéndose a todo el público que puedan abarcar.
Y vos no podés ser más feliz, salvo por esa gente que te odia y habla mal de vos. Pero vos no entendés nada, porque sos un nene, y no te das cuenta que el odio también suma. Pero los que te odian y persiguen entienden menos y son todavía más idiotas que vos. Porque en este punto, sos casi indestructible. Tu única debilidad sería que te ignorasen y pases de moda. Pero nadie se aviva, salvo los que se llenan los bolsillos con tus fotos.
Y después podés escribir un libro, actuar en una obra, aún que no sepas actuar, y hacer todas esas cosas para las que no servís. Que las podrías aprender a hacer, pero no te da el tiempo entre tanta foto, posteo, Abasto y boliche. Y cuando te querés dar cuenta, llegaste al New York Times ¡y vos no tuviste nada que ver, porque no hiciste nada! Porque no hacés nada. Esa es tu gracia, tu encanto. ¿Quién puede odiarte o tenerte bronca? ¡Que pérdida de tiempo! Si no sos diferente a nadie ni tenés nada de especial y vos mismo lo sabés y aceptás... Un día estabas paseando por la paya con tus lentes de sol fucsias y te llevó puesto una ola. Y cuando quisiste darte cuenta mirá hasta donde habías llegado.
Y quién sabe a donde más llegues, porque cuando se trata de pelotudez al extremo, de gente que mira lo que hay cuando prende el televisor y apaga el cerebro, de enemigos que alimentan tu ego con su odio, de noticieros que te halagan en público aunque te odien en secreto, de programas que te entrevistan aunque te envidien con todas sus fuerzas y de medios que hacen negocio de cosas tan efímeras, Argentina es el país más grande de todos...
País bananero dicen... La banana nos queda re grande.
http://www.clarin.com/diario/2009/03/14/um/m-01877190
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Si pensabas que en EEUU apenas nos ubicaban por Ginóbili. Si pensabas que la Argentina, como tantos otros países, no figuraba en la mente de ningún norteamericano. Si pensabas que el trabajo duro o el estudio únicamente te llevan al éxito. En definitiva, si pensabas. No pienses más... Porque lo hacés para el orto.
Estrella es la palabra con la que EL diario yanqui define a esa mocosa que a tantos inútiles llena de lágrimas, amor, devoción e idolatría... Y a otros tantos de odio, rencor e impotencia.
Decadente es la palabra que define a un país en el que una piba que no sabe hacer nada más que teñirse un mechón y sacarse fotos sea considerada "famosa".
¡Ey, vos! Que sos un adolescente argentino de entre 13 y 19 años. Si tu mayor sueño es ser famoso, si siempre quisiste ser una estrella y que todos te amen o te odien (pero que cada ser humano conozca tu nombre) ¡hoy te damos la fórmula del éxito!
No importa lo que hagas, simplemente hacete parte de una tribu, vestite como otros, peinate como ellos y hagan todos lo mismo. Eventualmente alguno va a ser diferente porque esa es la naturaleza humana, aunque vos tengas una tendencia subconsciente hacia el comunismo.
Si tenés un mínimo de iniciativa y algo de personalidad (no demasiada porque si no serías independiente y no un boludo más), puede que esa persona diferente seas vos. Si lo sos, primero vas a sobresalir un poco, pero eventualmente van a convertirte en un ícono de su estilo. ¡Y quizás hasta te adoren!
Una vez que esto suceda, no va a pasar mucho tiempo hasta que algún buitre te descubra y encuentre en vos un negocio copadísimo. Y cuando el buitre te lleve a algún programa, tu fama va a crecer y cada ave de rapiña del medio va a estar desesperada por hablar de vos, porque tenés cara de billete.
Y así comienza tu prestigioso recorrido por cada uno de los mejores canales y programas de nuestra retrógrada programación. Si algún programa no te invita, ¡no te preocupes! Seguro es uno de esos que hacen cosas inteligentes y vos no querés estar ahí. Porque lo que vende en masa y te da fama es la pelotudez total. Cuanto más idiota el programa, más porotos sumás en la escalera a la gloria.
En este punto te sentís el rey del mundo. ¿Pero vos que sabés de la vida? Si apenas tenés 17 o 18 añitos, ¡no entendés nada! Pero vas a pensar que sí y vas a hablar de todos esos temas "picantes" que asustan a la abuela, solo para generar bardo entre la gente conservadora y que todos hablen de tus polémicos comentarios que, en realidad, los medios se pasan por el culo, pero es lo que vende.
Tu fama aumenta y se hincha como un castillo inflable y nuevos productos con tu cara salen al mercado. Al principio apuntando a esa tribu que te vio nacer, pero luego, extendiéndose a todo el público que puedan abarcar.
Y vos no podés ser más feliz, salvo por esa gente que te odia y habla mal de vos. Pero vos no entendés nada, porque sos un nene, y no te das cuenta que el odio también suma. Pero los que te odian y persiguen entienden menos y son todavía más idiotas que vos. Porque en este punto, sos casi indestructible. Tu única debilidad sería que te ignorasen y pases de moda. Pero nadie se aviva, salvo los que se llenan los bolsillos con tus fotos.
Y después podés escribir un libro, actuar en una obra, aún que no sepas actuar, y hacer todas esas cosas para las que no servís. Que las podrías aprender a hacer, pero no te da el tiempo entre tanta foto, posteo, Abasto y boliche. Y cuando te querés dar cuenta, llegaste al New York Times ¡y vos no tuviste nada que ver, porque no hiciste nada! Porque no hacés nada. Esa es tu gracia, tu encanto. ¿Quién puede odiarte o tenerte bronca? ¡Que pérdida de tiempo! Si no sos diferente a nadie ni tenés nada de especial y vos mismo lo sabés y aceptás... Un día estabas paseando por la paya con tus lentes de sol fucsias y te llevó puesto una ola. Y cuando quisiste darte cuenta mirá hasta donde habías llegado.
Y quién sabe a donde más llegues, porque cuando se trata de pelotudez al extremo, de gente que mira lo que hay cuando prende el televisor y apaga el cerebro, de enemigos que alimentan tu ego con su odio, de noticieros que te halagan en público aunque te odien en secreto, de programas que te entrevistan aunque te envidien con todas sus fuerzas y de medios que hacen negocio de cosas tan efímeras, Argentina es el país más grande de todos...
País bananero dicen... La banana nos queda re grande.
http://www.clarin.com/diario/2009/03/14/um/m-01877190
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jueves, marzo 12, 2009
Yo no fui
...
María del Carmen Gigante en...
El extraño caso del caso sin pruebas
Una comedia para toda la familia
HDP: Che, boluda, ¿no me absolvés a mi primo que violó a una down? Te doy este sobre lleno de guita.
FISCAL: ¡Dale, de una!
HDP: Mirá que es bastante inmoral esto, ¿eh? A mí me da un cacho de culpa.
FISCAL: Pff, ¿quién se va a quejar? ¿La discapacitadita?
http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=137381&id=279564&dis=1&sec=1
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María del Carmen Gigante en...
El extraño caso del caso sin pruebas
Una comedia para toda la familia
HDP: Che, boluda, ¿no me absolvés a mi primo que violó a una down? Te doy este sobre lleno de guita.
FISCAL: ¡Dale, de una!
HDP: Mirá que es bastante inmoral esto, ¿eh? A mí me da un cacho de culpa.
FISCAL: Pff, ¿quién se va a quejar? ¿La discapacitadita?
http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=137381&id=279564&dis=1&sec=1
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lunes, marzo 09, 2009
Palabras y un conejito
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Malas Palabras...
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Malas Palabras...
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jueves, febrero 05, 2009
Promo Paraíso
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FER: ¿Sos un ángel guardián?
ANGELA: No, soy un ángel promotora. Vengo a ofrecerte la promo paraíso después de la muerte. Abonando solo tres buenas obras por mes y una visita a la iglesia, tenés dos entradas gratis para el cielo, para vos y la persona que más quieras.
FER: Siempre pensé que eso del cielo era algo personal.
ANGELA: Solía serlo, pero últimamente nadie se suscribe al servicio, así que tuvimos que implementar algo de marketing.
FER: Pero eso no es muy divino que digamos.
ANGELA: ¡Humanos! Saben tan poco. Viven en un tapper de tecnología a costa de haber perdido todo contacto con lo espiritual.
FER: O sea que si yo viviera en pelotas como los indios, fumando plantas todo el día y haciendo rituales chamanes por las noches, ¿podría llegar a conocer a Dios?
ANGELA: No solo eso, podrías verlo y charlar con él. Y él te aclararía cualquier duda que tuvieras sobre tu existencia y esas boludeces.
FER: ¡Que copado!
ANGELA: Pero tendrías que abandonar completamente tu forma de vida actual. Tendrías que tomar una decisión. Lo divino o lo moderno. Lo espiritual o lo tecnólogico. Dios o tu celular.
30 segundos después...
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FER: ¿Sos un ángel guardián?
ANGELA: No, soy un ángel promotora. Vengo a ofrecerte la promo paraíso después de la muerte. Abonando solo tres buenas obras por mes y una visita a la iglesia, tenés dos entradas gratis para el cielo, para vos y la persona que más quieras.
FER: Siempre pensé que eso del cielo era algo personal.
ANGELA: Solía serlo, pero últimamente nadie se suscribe al servicio, así que tuvimos que implementar algo de marketing.
FER: Pero eso no es muy divino que digamos.
ANGELA: ¡Humanos! Saben tan poco. Viven en un tapper de tecnología a costa de haber perdido todo contacto con lo espiritual.
FER: O sea que si yo viviera en pelotas como los indios, fumando plantas todo el día y haciendo rituales chamanes por las noches, ¿podría llegar a conocer a Dios?
ANGELA: No solo eso, podrías verlo y charlar con él. Y él te aclararía cualquier duda que tuvieras sobre tu existencia y esas boludeces.
FER: ¡Que copado!
ANGELA: Pero tendrías que abandonar completamente tu forma de vida actual. Tendrías que tomar una decisión. Lo divino o lo moderno. Lo espiritual o lo tecnólogico. Dios o tu celular.
30 segundos después...
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miércoles, enero 21, 2009
Padres Pelotudos
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En Estados Unidos una pareja de discapacitados morales decidió que sería interesante ponerle a sus hijitos nombres originales para que no crezcan y sean como todos. Así es que pensaron y pensaron pero ya todo estaba usado (colores, meses, flores, etc.).
Cuando todo parecía perdido y estaban a punto de resignarse a que sus pequeñas criaturas estuvieran destinadas a una vida de completa mediocridad sin posibilidad alguna de destacarse en algo (probablemente debido a los genes defectuosos de sus padres) una oleada de inspiración cruzó su cerebro con la rapidez, luminosidad y, por supuesto, daños materiales de una bala de calibre antiaéreo.
¿Por qué pensar un nombre que no haya sido usado cuando podían usar un nombre que jamás volvería a ser usado? Así fue como mamá y papá le pusieron a su hijo Adolf Hitler. Y, ya que estaban con la movida nazi, a su hijita le tocó llamarse Nación Aria.
Los primorosos padres de estos dos pobres pibes y su hermanita, que no fue tan castigada con su nombre, se hicieron públicos cuando se quejaron porque los intolerantes empleados adoradores de Satán (que para ellos debe ser negro o judío y definitivamente puto) de un supermercado se negaron a escribir en una torta de cumpleaños la jocosa frase "¡Feliz Cumple, Hitler!". Y enfurecieron al ver como la gente los puteaba en internet al leer la divertida noticia.
Mamá y papá nazis aseguraron que no eran racistas y que, de hecho, el cumpleaños del pequeño estuvo lleno de niños de otras razas. Disfrutaron de un pelotero con forma de campo de concentración, donde las pelotitas pinchaban y el homenajeado los escupía desde arriba, y todos los niños de diferentes razas fueron cordialmente agasajados con juegos interraciales como "holocausto", "pónganle la cola al puto" y "esclavicen al morochito". La fiestita fue todo un éxito y ningún niño de razas inferiores fue brutalmente asesinado NI torturado. ¿Qué más se podía pedir?
Por suerte para estos hijos de los Manson, cuando se difundió esta noticia las autoridades del lugar, en un chispazo de racionalidad (que brilló por su ausencia cuando anotaron los curiosos nombres en sus pequeños documentos sin notar nada extraño), decidieron retirarles la custodia a los super papis y citarlos frente a un tribunal.
Esperemos que se los devuelvan rápidamente ya que probablemente todo fue un gran malentendido. Como comentó el papá a los medios "el único motivo por el cual eligió el nombre de Adolf Hitler es porque sabía que nadie más lo iba a tener". No aclaró nada sobre el nombre de su hija pero solo porque se cae de maduro que el nombre Nación Aria debe tener una explicación tan o más razonable que la del nombre anterior.
Y si no recuperaran jamás a sus hijos no hay problema. Siempre pueden procrear otro pibe y ponerle algo como Homicida al Por Mayor o Cazador de Judíos.
En América (y no solo en el norte) todo es posible...
Los papis del año.
http://www.clarin.com/diario/2009/01/14/um/m-01839605
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En Estados Unidos una pareja de discapacitados morales decidió que sería interesante ponerle a sus hijitos nombres originales para que no crezcan y sean como todos. Así es que pensaron y pensaron pero ya todo estaba usado (colores, meses, flores, etc.).
Cuando todo parecía perdido y estaban a punto de resignarse a que sus pequeñas criaturas estuvieran destinadas a una vida de completa mediocridad sin posibilidad alguna de destacarse en algo (probablemente debido a los genes defectuosos de sus padres) una oleada de inspiración cruzó su cerebro con la rapidez, luminosidad y, por supuesto, daños materiales de una bala de calibre antiaéreo.
¿Por qué pensar un nombre que no haya sido usado cuando podían usar un nombre que jamás volvería a ser usado? Así fue como mamá y papá le pusieron a su hijo Adolf Hitler. Y, ya que estaban con la movida nazi, a su hijita le tocó llamarse Nación Aria.
Los primorosos padres de estos dos pobres pibes y su hermanita, que no fue tan castigada con su nombre, se hicieron públicos cuando se quejaron porque los intolerantes empleados adoradores de Satán (que para ellos debe ser negro o judío y definitivamente puto) de un supermercado se negaron a escribir en una torta de cumpleaños la jocosa frase "¡Feliz Cumple, Hitler!". Y enfurecieron al ver como la gente los puteaba en internet al leer la divertida noticia.
Mamá y papá nazis aseguraron que no eran racistas y que, de hecho, el cumpleaños del pequeño estuvo lleno de niños de otras razas. Disfrutaron de un pelotero con forma de campo de concentración, donde las pelotitas pinchaban y el homenajeado los escupía desde arriba, y todos los niños de diferentes razas fueron cordialmente agasajados con juegos interraciales como "holocausto", "pónganle la cola al puto" y "esclavicen al morochito". La fiestita fue todo un éxito y ningún niño de razas inferiores fue brutalmente asesinado NI torturado. ¿Qué más se podía pedir?
Por suerte para estos hijos de los Manson, cuando se difundió esta noticia las autoridades del lugar, en un chispazo de racionalidad (que brilló por su ausencia cuando anotaron los curiosos nombres en sus pequeños documentos sin notar nada extraño), decidieron retirarles la custodia a los super papis y citarlos frente a un tribunal.
Esperemos que se los devuelvan rápidamente ya que probablemente todo fue un gran malentendido. Como comentó el papá a los medios "el único motivo por el cual eligió el nombre de Adolf Hitler es porque sabía que nadie más lo iba a tener". No aclaró nada sobre el nombre de su hija pero solo porque se cae de maduro que el nombre Nación Aria debe tener una explicación tan o más razonable que la del nombre anterior.
Y si no recuperaran jamás a sus hijos no hay problema. Siempre pueden procrear otro pibe y ponerle algo como Homicida al Por Mayor o Cazador de Judíos.
En América (y no solo en el norte) todo es posible...
Los papis del año.
http://www.clarin.com/diario/2009/01/14/um/m-01839605
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